Era habitué para ella, el mullicio, la música de fondo, la banda probando sonido, la gente tomando cerveza afuera.
Lo que no era común era que él estuviera ahí, con ella.
Decidieron entrar.. ella pasó adelante, pagó su entrada, y el después hizo lo mismo.
Al caminar hacia la corta escalera del lugar, para acercarse a ver la banda, él la toma por la cintura, desde atras. Al darse vuelta ella, quedan a 10 centímetros de distancia.
Lluvia de recuerdos, otra vez.
Se alejaron, dolorosamente.
Decidieron sentarse en el piso, ya que el lugar no contaba con sillas disponibles en el momento.
La banda comienza, y transcurre la noche en sus cabezas, entre pensamientos, recuerdos y música en vivo. Buena música.
Terminada la primer banda salen a tomar algo... Él le pide que lo acompañe a comprar cigarrillos, ella le dice que sí.
Caminan entre risas y miradas, entran a un quiosco, él compra lo suyo y salen.
Se paran dos minutos, mientras él enciende un pucho.
-¿No querés no?- Pregunta de nuevo, para no ser mal educado.
- No, no fumo más- responde ella, paciente.
-Ah, mira vos... jajaja.
Siguieron hablando, y fueron a sentarse a una mesa apartada frente al lugar del recital.
Hablaron, mucho, como en los viejos tiempos...
-We, cómo extrañaba esto...-colgado, dijo, él.
-Si, yo también.
Parecía historia repetida, pero les removían las neuronas.
Después de dos cervezas entran.. el recital continúa, todo se mueve a paso normal, excepto sus corazones.
4 a.m, era momento de zafar... todo terminó y la zona se volvía oscura.
-¿Qué haces ahora?- preguntó él, con ojos esperanzados.
-Y... volver a casa- contestó.
-Te acompaño- replicó él, sin intenciones de saber si ella aprovaba eso, o no.
Patearon la madrugada, lo que quedaba de ella.
Todavía queda una imagen grabada del sol de fondo... y dos cuerpos caminando.. distantes, pero tan juntos, como antes.
(Continuará...)
SIEMPRE HABRÁ
BOTELLAS VACÍAS...
EN LAS
CALLES
Y EN MI CORAZÓN.
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