martes, 22 de febrero de 2011

UN SÁBADO PERDIDO EN UN TIEMPO ATRAS PARTE IV

Llegaban... y era algo que ella hubiera querido evitar. Esa última cuadra sería como su condena, sería como revivir lo que un tiempo atrás casi la mató... la despedida.
Un beso más, un abrazo más, una flor arrancada y mil miradas... segundos que valían más que cualquier dolor.
¿Cómo pedirle que no se fuera, de nuevo? ¿Cómo asegurarse que en verdad la extrañaría? Quizás, nunca sabría si podía creer de nuevo en él.
Llegaron.. ya se acercaban las 8 de la mañana, el sol rompía sus cabezas, pero mucho no importaba.
-Bueno.. parece que de nuevo tenemos que despedirnos.
-Esta vez no es una despedida, precisamente - remató él.
-¿Ah, no? que feliz me hace escuchar eso...
- Si. ¿Sabés? Hoy... cuando anochezca, ya me habré ido, pero para esa hora ya habrá estrellas. Elegí una, la más brillante. Y mirala, cuando estés mal, yo, seguramente voy a mirar la misma. Todavía vivimos bajo el mismo cielo, en el mismo país, nada es imposible... nada está tan lejos.
Ella no sabía que decir, si, si, si, definitivamente, nunca lo olvidó, y era imposible que pudiera alguna vez olvidarlo. Cada palabra atravesaba su cabeza como si fuera algo que tuviera que memorizar: ese momento.
Lo abrazó, lo besó, tal vez como nunca antes lo había besado. Una lágrima quiso escaparse, pero nadie se percato. Él la miró, ella lo miró, otro abrazo... un ruido de llaves, un portón que se abre y se cierra y un gesto con la mano, una sonrisa a medias, una sonrisa triste mas bien. Eso era lo que tenía, pero, dentro de los límites de lo real: no necesitaba otra cosa en ese momento.
(Continuará...)




Sé que me sientes de algún modo, tu eres lo más cercano al cielo que alguna vez estaré, y no quiero irme a casa justo ahora. Todo lo que puedo sentir es este momento, todo lo que puedo respirar es tu vida. Porque tarde o temprano se termina, y no quiero extrañarte esta noche. No quiero al mundo para que me vea, porque no creo que ellos entiendan. Cuando todo parece estar hecho para romperse, solo quiero que sepas quien soy...